La anomalía como desviación y discrepancia surge como aquello que escapa a la norma, tiene un defecto de forma y hasta posiblemente de uso. Se construye como un desafío a los parámetros establecidos por los propios algoritmos dominantes desde un punto de vista social, tecnotrónico y artístico, afectando a las subjetividades como apunta la científica y teórica clave del data behaviorism, Antoinette Rouvroy.
En la búsqueda relacional del concepto de anomalía como lugar-dispositivo, entendiendo lugar como lugar antropológico (cargado de historia) y dispositivo como cualquier cosa que tenga la capacidad de capturar, dirigir, orientar o modelar el comportamiento de los seres vivos, surge transversalmente el término algoritmo como elemento conmutador y “ser” vivo que ayuda a construir imaginarios insólitos personalizados, artificiales, algoritmizados, codificados o meca-fabricados como ficciones biorefenciales y como modelos información-organismo.
La muestra pretende generar un debate entre dos jóvenes artista del territorio español (Pedro Bella / Miguel Rangil) a través de sus respectivos trabajos multimedia, como una decisión y toma de consciencia por revisar y enfrentar esos imaginarios anómalos, que nos muestran la inestabilidad de la contemplación mediada y la transformación de lo anómalo en ordinario y predictivo.
En la primera planta, encontramos la serie Fractura de Miguel Rangil (Fractura I, Fractura II y Diagrama). Diversas fuerzas conjuran para hacer que la piedra caiga, que el agua se derrame o que el gas llene un recipiente, ocupan un espacio en el entendimiento de lo real, construido mediante la experiencia. El conjunto se presenta como un ejercicio de observación computacional a partir de un modelo predictivo (IA), capaz de generar el futuro inmediato a partir de imágenes previas. ¿Opera lo físico en lo algorítmico?
En la planta baja, WaterSyntopy, SeedsSyntopy y Exogenous System de Pedro Bella se presentan como formas de explorar nuevas maneras de imaginar y crear desde una mirada no antropocéntrica, a través de una serie de piezas, que hacen uso de bioplásticos caseros e impresión 3D con materiales alternativos. El conjunto pretende crear entornos de ficción virtuales posthumanistas utilizando realidad aumentada para expandir y contextualizar los imaginarios que envuelven las piezas, fortaleciendo su dimensión especulativa y fantasiosa.
Comisario: Moisés Mañas
Artista multimedia y docente de la UPV
Breve bio
Miguel Rangil (Toledo, 1998) piensa a partir de textos, imágenes y vídeo nuevos imaginarios algorítmicos y posibles ficciones técnicas en el contexto automatizado de la visualidad. Sus proyectos han sido expuestos en diversos espacios e instituciones culturales desde 2019, entre los que destacan Ars Electronica (2023), Medialab-Matadero (2022), KUNSTHALLE (2023) y Etopia: Centro de Arte y Tecnología (2022), entre otros. Desarrolla su investigación desde 2024 en el grupo Laboratorio de Luz, en la Universitat Politècnica de València. Web: miguelrangil.com
Pedro Bella (Calahorra, 1996), explora desde una perspectiva crítica y especulativa nuestra relación con los medios naturales, desarrollando imaginarios posthumanistas desde la escultura, la instalación y lo audiovisual. Su trabajo ha sido expuesto individualmente en la ESDIR (Logroño), así como en exposiciones colectivas en espacios como Pluto (Valencia), Espacio Séneca (Alicante), Atarazanas (Valencia), ETOPÍA (Zaragoza) o en su participación en Festival University (Ars Electronica 2022). Web: www.pedrobella.com
Colaboran: Vicerrectorado de Arte, Ciencia, Tecnología y Sociedad, UPV. Laboratorio de Luz.